Alina imitaba. Imitaba todo lo que hacían los demás. Aclaro que no era un mimo de esos que te sorprenden por la calle distraída. Por poner un ejemplo: si estaba sentada en la estación esperando el tren y otro se levantaba, pensaba que venía el tren y también se levantaba. Si estaba esperando en la esquina para cruzar la calle y otro avanzaba pensaba que tenía luz verde y caminaba. La típica, si había alguien mirando hacia arriba, se detenía y miraba hacia el mismo lugar. Siempre se plegaba a los movimientos y los gestos de los demás. Tanto que se le estaba olvidando tener juicio proprio para sus asuntos.
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