Tras el acucioso dolor de la lucidez, el vacío existencial.
Antítesis de la causalidad
del espacio-tiempo.
Inexorable conexión
de dos puntos sin distancia.
Apéndices indexados
sobre los vértices de la decadencia.
Periplo elíptico de doble implicación
sin origen ni destino.
Anfiteatro donde se consagra
la indolencia del amor.
Circunferencias inconexas
de trastornos traslapados.
Ausencia superlativa,
encuadrada en la presencia de tu nada.
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